Corría el año 94 cuando yo le daba duro al Zen Arcade de Hüsker Dü (¿Te acuerdas? en noruego) , 10 años más tarde de su publicación y no creo que sea un disco conceptual, pero es verdad que cualquier canción de aquel doble LP me trae el mismo sentimiento de tristeza e incluso bajón y no sé porqué, porque es un disco muy variado y para nada intimista y cada uno percibe las cosas de manera distinta y siente como quiere. Lo importante de la música es que provoque sentimientos intensos, sean del signo que sean.Y en un día plomizo de frío y lluvia te acuerdas de aquel Pink turns to blue de Bob Mould y cía, que sigue envejeciendo adecuadamente.
Bob más tarde creo Sugar, con el mítico Copper Blue, que me gustaba tanto o más que Hüsker Dü.
Y realmente, ya sabéis que no soy muy fan de toda la movida hardcoriana, con la que emparentan a Hüsker Dü, pero estoy convencido que han sido mis prejuicios los que han hecho que no fuera más allá y descubriera más bandas que igual al final me acabarían gustando.
Recuerdos agridulces comprimidos en una cinta TDK.
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