La torturada mente de Ian Curtis fue el motor de Joy Division. Una banda diferente, personal, que buscó nuevos caminos y lo consiguió, a pesar de lo fugaz de su andadura.
Esta banda es una muestra de que con simpleza y sin grandes alaracas virtuosas se puede conseguir gran calidad musical, basada en el talento y en la labor compositiva.
El suicidio de Ian acabó con Joy División, luego empezaron otras historias.
No es mi tema favorito de los suyos pero el bajo de Hook siempre me gusta oirlo donde sea. La letra, como siempre, magnífica.
ResponderEliminarCurtis para sus cercanos un cobarde en su vida personal que se refugiaba en su banda.
Tengo pendiente de visionar "Control", magnifico y reciente documental del fotografo Anton Corbjin sobre Joy Division