Vaya pedazo de canción, redonda, terriblemente buena. No entro en temas técnicos y sí en composición, pero pocas bandas convertían en oro todo lo que tocaban como los Smiths.
Bienvenidos a la iglesia Morrisseyniana.
Si os digo la verdad, no tenía muy controlada esta pieza...riff acertado y enganchón
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