Esta canción en concreto me llama la atención. Es curioso ver cómo esta forma de rocknrolear pudo tener tanta ascendencia en bandas posteriores. Me refiero al punk-rock noventero, escandinavo o no, local o no. Pero Stiv Bators y compañía tenían actitud para donar y tienen un plus de pureza, no nos engañemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario